Una mala alimentación, unas condiciones ambientales desfavorables o el uso continuado de productos químicos pueden debilitar nuestras uñas.

El problema más común son las uñas débiles o frágiles, que se astillan con frecuencia, se parten en capas y se rompen al mínimo golpe.

Las causas más frecuentes son:

• La alimentación: una ingesta deficiente de vitaminas, mayoritariamente A y B.
• Descalcificación: el déficit de calcio o posibles problemas para absorberlo.
• Enfermedades: las anemias o la mala circulación son las más frecuentes.
• Agresiones externas: exposición a productos químicos abrasivos o detergentes potentes.
• Déficit de hidratación o sequedad extrema de las uñas.

Según estas causas el primer paso en la prevención de problemas es disminuir la exposición a los agentes numerados:

• Evitar el uso de jabones agresivos.
• Disminuir el tiempo de exposición de las manos al agua y/o al frío.
• Usar guantes para proteger manos y uñas.
• Uso frecuente de cremas hidratantes.

Cuando la prevención en sí misma no es suficiente, se deben usar tratamientos correctores con productos específicos. Entre las muchas firmas  que existen en el mercado MAVALA es una línea de productos específicos para las uñas, que abarcan desde crema nutritiva o sérum reparador hasta endurecedores y un fantástico top coat que nos permite consevar de manera óptima su gran variedad de colores de lacas de uñas.

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